Me encanta esa sensación de llegar a un lugar desconocido y observarlo por primera vez. Se me queda en la memoria por siempre. Visualizo en este momento la imagen del taxi que nos llevó del aeropuerto al hotel atravesando las murallas de la ciudad vieja de Cartagena. Era como el tunel del tiempo, por un lado, los rascacielos de la ciudad nueva y al otro las callecitas, balcones y buganvilias de la ciudad amurallada. Este fue un viaje diferente. Muy lejos del polvo de las zapatillas y el sudor de las mochilas, muy emotivo e interesante. De camisas blancas. Eramos 10 pero celebrabamos 50, celebrabamos el año nuevo y celebrabamos cada día por la alegría de vivir. Estabamos en el lugar preciso ya que en Cartagena, celebrar es cosa de todos los días.
Cartagena es la ciudad amurallada, no hay mas... y no se necesita mas. La ciudad moderna es como culquier otra, ostentosa y llena de contrastes. Las playas son muy feas. Agua Dulce es el Caribe a comparación de la playa del Hyatt Cartagena y Ancón es la costa azul. Tratar de caminar por el malecón es una carrera de obstaculos. Me pregunto... ¿Como hace una ciudad con una playa tan fea para posicionarse como destino de veraneo? Con la cantidad playas hermosas que hay en el Perú e inclusive en Lima, ¿No se podrían atraer a miles de turistas a Lima como destino turístico de verano, solo dejando de tirar toda la mierda de la ciudad al mar?. En fin...
Vista desde la piscina del hotel
Nos quedamos en el Hotel Charleston Santa Teresa. Espectacularmente remodelado, fue antes un convento. Lo mejor, la piscina en la terraza con vista al mar y a la cúpula de la catedral. Las fotos a continuación se explican solas, dentro del túnel del tiempo, la ciudad vieja brilla por la puesta en valor de sus casas, balcones y plazas.
Y para recibir en nuevo año, la ciudad come y baila. TODA la ciudad. La fiesta está EN las calles. 5, 4, 3, 2, 1 Feliz año!!!!!