Me pregunto si debo seguir poniendole títulos de lugares en mi blog. Y la pregunta me viene a la hora de escribir este post ya que el lugar, muchas veces, es solo un ingrediente mas de la vivencia. Lo importante, como siempre, es la compañía. Incluso mas que al compañía, la experiencia grupal. Este fin de semana, Bujama fue el ingrediente perfecto para una experiencia calentita, íntima y deliciosa.
Bujama fue una caleta de pescadores y punto de recolección del guano de las islas cercanas.
Como muchas playas empezó con acampantes y poco a poco se fue poblando de casas. Sin embargo, lo interesante de Bujama es que todavía se siente el aire de pueblito escondido con aroma a mar.
La compañía. Una familia que nos acogió con sus sonrisas, y con su tranquilidad hipeactiva. Aprecio mucho el poder estar tranquilo y sentirme agusto en una casa ajena. Admito que me cuesta mucho. Aprecio la simpleza Vs. la fastuocidad. Aprecio una buena sobremesa despues de una rica comida y al rededor de un buen vino. Jugar cartas al sol. Reirnos bajo el agua. Ver las olas chocar con las peñas. Ver el agua cayendo de las peñas luego que las olas las golpearan. Aprecio todo eso y fue eso lo que viví en Bujama.